Todos conectados
El programa Iris² de la Unión Europea, que se lanzará el 2024, ha sido calificado como histórico y abre una nueva página de la revolución espacial. Esta iniciativa, que debería estar operativa en 2027, desarrollará las conexiones a Internet vía satélite en todo el mundo y tendrá un coste estimado de 6.000 millones de euros, que serán aportados por la Agencia Espacial Europea e inversores privados. Al democratizar el acceso al espacio y reducir la brecha digital, el espacio 2.0 también permite conectar a alta velocidad y en todo momento las máquinas y los vehículos sobre la superficie de la Tierra, en el mar y en el aire, con un coste de mantenimiento de las infraestructuras de comunicación menor que el de las infraestructuras terrestres. ¡Y con aplicaciones infinitas!
Un mercado ascendente
Gracias a las nuevas tecnologías espaciales, el direct to device permite que todos los equipos informáticos sobre la Tierra se conecten a los satélites en órbita y accedan al internet de alta velocidad. Europa ha entrado en esta carrera con Iris², pero también con la fusión en marcha entre el operador francés de satélites Eutelsat y la británica OneWeb, especializada en comunicaciones mediante satélites en órbita baja, que debería crear un gigante europeo del internet espacial de aquí a finales de 2023.
El mercado del internet espacial está en pleno auge y se calcula que tendrá un valor de 16.000 millones de dólares de aquí a 2030. El mercado mundial de los servicios de comunicación vía satélite debería alcanzar los 141.000 millones de dólares y registrar una tasa anual de crecimiento de más del 7 % durante este periodo[2]. ¿Cómo se explica este despegue? Las empresas están multiplicando los proyectos de constelaciones de satélites en órbita terrestre media o baja para conectar regiones desatendidas gracias a un módem satelital con un tiempo de latencia reducido[3].
Al otro lado del Atlántico, los proyectos transformadores se suceden. Starlink, la constelación de SpaceX que podría salir a Bolsa de aquí a 2025, cuenta ya con 3.500 satélites en órbita baja, de un total de 44.000 previstos. El lanzamiento de 54 de estos satélites de nueva generación, efectuado en diciembre de 2022 por el cohete Falcon 9, prefigura una nueva era para el universo de las telecomunicaciones, que entra en una nueva dimensión.
Las empresas estadounidenses Iridium[4], especializada en comunicaciones vía satélite, y Qualcomm, especializada en el diseño de soluciones de telecomunicaciones, lo han comprendido a la perfección. De la alianza que han firmado recientemente nace Snapdragon Satellite, la primera solución satelital del mundo capaz de gestionar mensajería bidireccional para poner en marcha mensajería vía satélite y servicios de emergencia. Esta tecnología para terminales móviles de gama alta también podría utilizarse en los coches o los ordenadores. Una alianza, en definitiva, que abre a Iridium un mercado objetivo mucho más grande.
Los avances de las tecnologías espaciales en materia de comunicación, navegación, miniaturización, observación de la Tierra y fabricación en microgravedad están reinventando el uso del espacio. La doble revolución del internet de los objetos y el internet de alta velocidad será beneficiosa para la vida en la Tierra y estamos convencidos de ello. Genera oportunidades de inversión inéditas y de largo recorrido. Y es irreversible.
Contenido redactado por el equipo de gestión del fondo.
Febrero 2023 | Crónica espacial
[1] El fondo está expuesto principalmente al riesgo de pérdida de capital, al riesgo de renta variable, al riesgo derivado de la inversión en países emergentes y al riesgo de tipos de cambio. Para ampliar la información sobre sus características, sus riesgos y sus gastos, le recomendamos que consulte los documentos reglamentarios, disponibles en www.lfde.com.
[2] AB Research
[3] PwC France
[4] Los valores citados se mencionan a título ilustrativo. Su presencia en la cartera no está garantizada.