Clement Inbona

Los Siete Magníficos: ¿Eternos ganadores?

En el argot financiero, los Magnificent Seven (en referencia a la película Los siete magníficos) engloban siete valores estadounidenses que reúnen dos características esenciales: su capitalización bursátil y su estrecho vínculo con la tecnología, sector al que la mayoría de ellos no pertenece.

Microsoft, Apple, Google, Amazon, Meta, Nvidia y Tesla han actuado como el principal motor del S&P 500 en 2023, al que han aportado casi dos tercios de su subida. En este comienzo de año, este reducido número de valores contribuye de nuevo de forma significativa al avance del índice. Excluyendo Tesla, estos valores protagonizan la mitad del ascenso del S&P 500 a 25 de enero de 2024.

Las cifras de este septeto mágico son mareantes. Con cerca de 11 billones de dólares, su capitalización bursátil conjunta es superior a la capitalización de todas las bolsas nacionales, con la excepción lógica del mercado estadounidense. Comparada con los PIB nacionales, su capitalización es superior al conjunto de los países del mundo, exceptuando EE. UU. y China. Dentro del índice de referencia estadounidense S&P 500, estos siete valores tienen un peso de casi el 30 %, es decir, el equivalente al peso de los 400 valores más «pequeños». A 25 de enero de 2024, Nvidia es el valor que más aporta al comportamiento del S&P 500 desde principios de año, con una subida de alrededor del 25 %. Lo mismo sucedió en 2023, cuando este gigante estadounidense avanzó un 239 % espoleado por la demanda de equipos destinados al desarrollo de la inteligencia artificial (IA) generativa.

En realidad, pese a que los Siete Magníficos tiene como denominador común la innovación, sus características difieren. Algunos pertenecen al sector industrial, como Tesla, en un sector más que centenario, o Nvidia, que se dedica a fabricar procesadores que se destinan principalmente a la IA. Otras empresas, como Google, Microsoft o Meta, ofrecen servicios exclusivamente digitales. El resto se encuentra en una confluencia de caminos, como Amazon, en el comercio electrónico, la logística y la nube, o Apple, que diseña productos digitales y suministra aplicaciones.

El crecimiento de sus ingresos y sus resultados ha de ser más que sostenido para justificar unas valoraciones tan elevadas. En caso de decepción, el castigo puede ser fuerte. Prueba de ello es el varapalo bursátil que sufrió Tesla después de anunciar unos resultados decepcionantes, pese a que su Model Y había sido el coche más vendido del mundo en 2023. Con un retroceso del 26 % desde principios de año, Tesla se sitúa a la cola del pelotón del S&P 500. La semana a caballo entre enero y febrero será clave para calibrar la capacidad de estas empresas que presentar cifras a la altura de las expectativas de los inversores, ya que cinco de ellas tienen previsto anunciar sus resultados entre el 30 de enero y el 1 de febrero.

En el wéstern Los siete magníficos, una adaptación de la película de Akira Kurosawa Los siete samuráis, John Sturges pone en escena a campesinos mexicanos que, ante la amenaza que suponen unos bandidos, contratan a siete mercenarios para proteger su aldea. Únicamente tres mercenarios no se dejaron el pellejo en el intento. Esperemos que tengan mejor suerte los Magnificent Seven de Wall Street.

 

Terminado de redactar el 26.01.2024. Por Clément Inbona, gestor de fondos de La Financière de l’Echiquier (LFDE)

 

En pocas palabras

¿Recesión? ¿Qué recesión? El dato preliminar del crecimiento del PIB estadounidense en el cuarto trimestre de 2023 se situó en el 3,3 % anualizado, muy por encima de las previsiones más optimistas. Sin embargo, conviene destacar dos matices. Por un lado, el dato preliminar del PIB siempre es susceptible de experimentar importantes revisiones, circunstancia más probable, si cabe, al estar esta cifra tan por encima de las estimaciones más elevadas del consenso y traducirse en un crecimiento del PIB anualizado muy superior al que la propia Fed pronosticaba en diciembre (3,1 %, frente a 2,6 %). Por otro lado, resulta chocante ver la aportación total del gasto público al crecimiento del PIB durante el año. Semejante nivel es ciertamente muy inhabitual, exceptuando periodos de recesión o de estímulos posteriores a una recesión.

 

El estancamiento alemán. La encuesta de confianza de los directivos alemanes volvió a deteriorarse en enero. El índice IFO de clima empresarial cayó hasta 85,2, frente al 86,3 de diciembre de 2023. Las expectativas para los próximos meses siguen siendo pesimistas. La economía alemana no levanta cabeza y el decepcionante nivel del índice IFO no deja muchos motivos para la esperanza. Aunque la tenue mejoría de la confianza en la industria confirma el mensaje de los PMI, la situación del sector de la construcción preocupa. Las quiebras se han duplicado en un año y la tendencia no parece que vaya a mejorar. Más allá del impacto en el empleo, durante los próximos meses habrá que estar atentos al riesgo de contagio a los bancos regionales más pequeños, que están especialmente expuestos a este sector.