David Ross

Reglas de oro en tiempos de crisis

Aunque la velocidad, la transmisión y los efectos generalizados de pandemia de covid-19 son inéditos y concretos, he extraído numerosas lecciones de crisis pasadas.

Desde hace más de 30 años, he vivido burbujas (Japón en 1990, Internet en 1999), catástrofes monetarias (peso mexicano en 1994, etc.), la explosión de la deuda soberana (Rusia en 1998, la zona euro en 2010), algunos problemas de EE. UU. (pérdida de la calificación AAA en 2011, cierres de la administración federal en 1995, 2013 y 2018) y algunas crisis financieras (1991, 2008). También he conocido dos guerras de EE. UU. con Irak, un atentado terrorista contra EE. UU. en 2001 y varias pandemias (SARS en 2003, H1N1 en 2009, MERS y Ébola en 2014).

La gestión de activos se basa en la toma de decisiones inteligentes. Si una situación no puede ser analizada, no podrá tomarse ninguna decisión inteligente. Esta es la primera de mis reglas. Si no puede tomarse ninguna decisión inteligente, entonces no tomen ninguna decisión, porque sin análisis, cualquier decisión no es más que una suposición y lo último que queremos a la hora de invertir es adivinar. Si no puede tomarse una decisión inteligente, la mejor forma de actuar, a mi parecer, es no tomar ninguna nueva decisión. Como nadie puede predecir qué va a pasar con la pandemia de covid-19, no hay nada que pueda analizarse. Por tanto, no he realizado cambios significativos en la gestión del fondo de Renta Variable internacional que gestiono desde el pánico de los mercados del mes pasado.

Por el contrario, cuando una situación puede ser analizada, es obligatorio hacerlo y tomar una decisión inteligente. Así fue el caso, por ejemplo, a principios de marzo, cuando Arabia Saudí y Rusia desencadenaron una guerra de precios del petróleo, provocando la caída de los valores petroleros. De acuerdo con una de mis reglas de oro forjadas sobre el terreno, si un valor se desploma, hay que analizar la situación y tomar una decisión. Ya sea comprar más porque esté convencido de acertar sobre un valor o vender porque estaba equivocado. Muchos inversores esperan simplemente a que la cotización se recupere. Pero la esperanza no es una estrategia. En este caso concreto, nuestro análisis ha demostrado que la caída de los precios estaba justificada por los nuevos fundamentales, por lo que hemos tomado una decisión, admitido el error y vendido nuestra posición. Pero, ante todo, no hemos esperado.

Otra lección aprendida en mis 30 años de experiencia en los mercados es que, a menudo, la primera pérdida es la mejor de las pérdidas. Si desea vender, venda. Si su análisis es acertado, probablemente no se beneficiará de un mejor precio más tarde.

acertado, probablemente no se beneficiará de un mejor precio más tarde.

Esto pone de manifiesto otra lección aprendida sobre el terreno: cometer errores es positivo. Numerosos inversores creen que el objetivo es evitar errores para evitar los riesgos. En mi opinión, es la manera equivocada de tratar de ganar dinero. Si desea rentabilidad sin riesgo, apueste, por ejemplo, por los bonos del Tesoro estadounidense. Apenas tienen riesgo, pero su rentabilidad es mínima.

En mi opinión, la prudencia extrema es una estrategia perdedora para un inversor en renta variable. En cambio, esta puede ser una buena estrategia de protección de la carrera profesional de un gestor, pero que no le permitirá conseguir gran cosa para sus clientes. Mi filosofía consiste más bien en aceptar el riesgo siempre y cuando el riesgo remunere. Pero, ¿cómo saber si la rentabilidad del riesgo asumido es razonable?

Mediante una cartera muy concentrada, me concentro en las mejores ideas, por lo que me mantengo mejor informado sobre los riesgos y la rentabilidad potencial de cada inversión. A título personal, considero que el número ideal de valores en cartera es de 30, porque no puedo analizar y evaluar perfectamente 50 o 100 posiciones.

Último consejo para resistir a estos mercados volátiles, fruto de mi regla de oro número 1: las buenas historias raramente son baratas, las acciones baratas raramente son excelentes. Una regla que llevo cumpliendo 30 años. Aunque con los recientes desplomes de los mercados, este es uno de los pocos momentos en los que es posible encontrar acciones baratas y excelentes al mismo tiempo.

Algunos elementos de este análisis, basado en la opinión del gestor, pueden variar. Toda inversión en los mercados financieros conlleva el riesgo de pérdida de capital.