Buscando líderes de crecimiento con perfiles ASG

Tribuna de Sonia Fasolo, directora de Inversión Socialmente Responsable y gestora de los fondos Echiquier Major SRI Growth Europe y Echiquier Positive Impact Europe, La Financière de l’Echiquier.

2019 fue un año favorable al estilo de gestión growth y para los valores de calidad con  buenos perfiles ASG (Medioambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo). Fiel a la  vocación de seleccionar empresas líderes, creadoras de valor sostenible con un sólido  gobierno corporativo como eje central, el fondo Echiquier Major SRI Growth Europe  obtuvo de nuevo la distinción ISR del Estado francés, el sello Toward Sustainability de  Bélgica, así como la marca FNG de Alemania en su más alta distinción (tres estrellas). El  fondo logró el pasado año su mejor rentabilidad anual (40% frente al 26,1% de su  índice de referencia).

Aparte del efecto positivo de unas políticas monetarias nuevamente acomodaticias a  ambos lados del Atlántico, nuestra selección de valores también resultó muy acertada.  Salvo Novozymes, valor excluido en el curso del año y que solo detrajo a la rentabilidad  del fondo un punto básico, ningún valor cerró 2019 en territorio negativo. Las empresas  que más contribuyeron al comportamiento del fondo son las que aprovecharon los  bajos tipos de interés para lanzar ambiciosas políticas de adquisiciones (como Cellnex,  London Stock Exchange y Teleperformance), al igual que los valores tecnológicos (ASML  y SAP) y los títulos del sector de salud (Astrazeneca y Grifols).

En el contexto de coyuntura macro, hay que resaltar que el panorama se despejó a finales  de 2019 (desenlace del Brexit y avances en la guerra comercial entre China y EE.UU.) y el  apoyo de los bancos centrales se mantuvo firme. No obstante, a comienzos de este año  aparecieron algunas nubes por el horizonte, con tensiones en Oriente Próximo,  continuación de las protestas en Hong Kong y datos macroeconómicos discretos. Este  año promete ser rico en noticias con las elecciones estadounidenses como punto álgido.

En este entorno, hemos reforzado selectivamente nuestras posiciones en valores cíclicos  (DSM, Michelin y Prudential). Los valores de crecimiento cíclico representan el 20% del  fondo y la beta de la cartera se sitúa en torno a 1,0. En sentido contrario, recogimos  beneficios en los principales artífices de rentabilidad de 2019 y en títulos que exhibían  múltiplos de valoración elevados (ASML, Accenture y Straumann).

Fundamentales

La visibilidad a corto plazo sigue siendo baja. El grueso de la cartera (70%) sigue  posicionado en valores de crecimiento sostenible, que consideramos de alta calidad.  En esta línea, hace unos meses habíamos abierto una posición nueva en Philips, que  ampliamos en diciembre. Apreciamos las prometedoras tendencias de la imagen médica  y los avances del grupo holandés en sus márgenes, que promete continuar. Ampliamos  nuestra posición en Temenos, a pesar de haber publicado unas ventas de licencias  decepcionantes, al estar convencidos de que tiene un potencial de crecimiento a medio  plazo muy significativo. Las principales posiciones del fondo están en empresas que  presentan un crecimiento bastante autónomo (Teleperformance), valores del sector de  salud o títulos como SAP y RELX.

Todo apunta a que 2020 seguirá siendo un año marcado por un entorno de tipos de  interés persistentemente bajos. Las valoraciones están ampliamente en línea con las  perspectivas de crecimiento. 2019 demostró que las intervenciones y la posición  acomodaticia de los bancos centrales han tenido un mayor impacto que los  acontecimientos geopolíticos. Así pues, el fondo tratará de sacar partido de cualquier  episodio de volatilidad excesiva para ampliar posiciones en valores de calidad.

En 2020, el fondo se mantendrá fiel a su ADN, buscando líderes de crecimiento con los  perfiles ASG adecuados. Estaremos más atentos que nunca a las valoraciones y a la  capacidad de las empresas para generar el crecimiento de los beneficios esperado,  garantía de rentabilidad a largo plazo.