¿Fake news?

 

APPLE fue el principal vencedor de la temporada estival de publicación de resultados. El gigante tecnológico estadounidense superó el mítico umbral del billón de dólares de capitalización, lo que equivale al doble del PIB de Bélgica. Todo un logro para esta temporada bursátil inestable, marcada por unas fluctuaciones de las cotizaciones a veces excepcionales, en algunos casos buenas (AUTODESK +15%, ILLUMINA +12%) y en otros decepcionantes (FACEBOOK -19%, RWS -25%).

La publicación de los resultados de las empresas estadounidenses —obligatoria en un plazo máximo de 45 días tras el cierre del trimestre— marca el ritmo de los mercados financieros cuatro veces al año. Por mimetismo con su «gran hermano americano», los mercados de todo el mundo fluctúan en sintonía, aunque esta regla no siempre se cumple. No podemos negar las ventajas de disponer de una información abundante, ampliamente accesible y proporcionada a intervalos breves y periódicos. Sin embargo, la incertidumbre que resurge en cada temporada de publicación de resultados puede desconcertar al espectador incauto. Las reacciones de los mercados que se derivan de las publicaciones de resultados a muy corto plazo son más un juego de azar que producto de un análisis financiero profundo. Así, los pesimistas asimilarán rápidamente la Bolsa a la ruleta rusa o a una partida de póker.

El propio Donald Trump animó este verano al regulador estadounidense a reflexionar sobre la posibilidad de poner fin a esta obligación de publicación trimestral. Sin embargo, el amor desmedido del presidente estadounidense por las frases cortas tuiteadas podría haber hecho pensar que también era un gran seguidor del Beat and Raise, fórmula lapidaria con la que se elogia los resultados de las mejores empresas en cada temporada de publicación y que resume con cada vez más frecuencia la evaluación de los mercados.

¿Bastan tres palabras para identificar, analizar y llegar al fondo de la realidad económica y financiera de una empresa? La respuesta es, evidentemente, negativa.

Estos tics de los mercados pueden alentar la pasividad. Por reflejo (¿o por pereza?), los profesionales terminan por limitar su evaluación a este rápido resumen de tres palabras. Y algunos equipos directivos pueden sentir la tentación de mantener los ojos fijos en los tres próximos meses y hechar mano de todo tipo de acrobacias para sostener su cotización bursátil.

Pero, la «tiranía» de las publicaciones trimestrales no ha impedido nunca el desarrollo de las buenas empresas. AMAZON, NETFLIX o incluso TESLA han conseguido hacer caso omiso a los beneficios a corto plazo para invertir con el objetivo de ser rentables a largo plazo.

Los resultados trimestrales también permiten al inversor confirmar y supervisar la capacidad de los equipos directivos a largo plazo, y mantener así la confianza que les ha otorgado.

¿Semestrales? ¿Trimestrales? El debate reabierto por el presidente estadounidense recuerda la importancia que tiene el análisis financiero… Solo un análisis en profundidad permite encontrar a los directivos visionarios capaces de guiar la empresa en una visión estratégica desarrollada a largo plazo, así como evitar a los oportunistas. ¡Porque, aunque a los mercados no les guste la realidad, ¡esta termina siempre por imponerse!

Didier Le Menestrel
Con David Ross