Coline Pavot

La transición será justa, o no será

¡El inicio del curso se presenta caldeado! No solo desde el punto de vista meteorológico, tras un verano jalonado de olas de calor y ante la perspectiva de un invierno sin gas ruso, sino también social, a la vista del creciente descontento en un contexto marcado por la inflación y la caída del poder adquisitivo. Estas dos cuestiones podrían parecer inconexas, pero la justicia social, como indica la segunda parte del informe del GIECC, tiene un papel clave que desempeñar en la adaptación al cambio climático. Hablamos, entonces, de transición justa.

 

No estamos todos en el mismo barco

El privilegio de los grandes es ver las catástrofes desde una terraza, escribía Giraudoux. Ante las consecuencias del cambio climático, lo cierto es que todos no nos encontramos en la misma situación. Mientras que el 10 % más rico de la población mundial ha generado estos últimos años el 52 % de las emisiones de CO2 acumuladas¹, las poblaciones más vulnerables son las que pagan el precio más alto del desajuste climático y el declive de la biodiversidad. El GIECC estima que entre 3.300 y 3.600 millones de personas viven en contextos muy vulnerables al cambio climático. ¿Por qué? Las poblaciones desfavorecidas habitan en el doble de casos en viviendas frágiles y peor aisladas, trabajan en sectores más expuestos (como la agricultura) y no tienen acceso al mismo apoyo familiar y público del que pueden disponer quienes disfrutan de una mejor situación económica. Por ejemplo, en Etiopía los agricultores pobres tardaron diez años en recuperarse de la sequía de la década de 1980, lo que afectó a una generación entera de niños². Las migraciones inducidas por el clima ilustran de forma evidente esta vulnerabilidad —de las poblaciones desfavorecidas, pero no únicamente de ellas— ante el cambio climático.

 

Transición sí, pero justa

Las desigualdades climáticas ponen en peligro las políticas de transición desarrolladas por los Estados. Si no se lleva a cabo un trabajo exhaustivo sobre la aceptación social de las medidas de transición medioambiental, los fenómenos que tratamos de contener van a agravarse. Para escapar de este círculo vicioso, es imperativo integrar simultáneamente los retos medioambientales y sociales en las decisiones políticas para propiciar a escala mundial la aparición de medidas ambiciosas en materia de cambio climático que persigan el bien común. Para ello, la medición del impacto de las catástrofes climáticas debe ampliarse para tener en cuenta la vulnerabilidad de los más pobres y alumbrar soluciones más eficaces. Desde este ángulo, el coste medio de las catástrofes se cifra ahora en 500.000 millones de dólares anuales en lugar de los 300.000 millones anteriores, es decir, un 60% más. La transición justa no se reduce a un apoyo social, sino que se entiende como una estrategia de transición de la sociedad en todas sus dimensiones.

 

Las empresas y la transición justa

Esta dinámica de transición afecta también a las empresas y, sobre todo, suscita inquietudes relacionadas con el empleo y los cambios que conlleva para numerosos sectores. Se calcula, por ejemplo, que la fabricación de un coche eléctrico requiere un 40% menos de mano de obra que un vehículo con motor térmico3. ¿Cómo hacer frente a esta destrucción de empleo? ¿Cómo gestionar la transición hacia nuevas profesiones para garantizar la empleabilidad de los trabajadores? Una vez fabricado, este coche se venderá a un precio superior al de un vehículo equivalente con motor térmico. La responsabilidad de las empresas también alude a su papel a la hora de reducir las desigualdades de acceso a bienes y servicios ecológicos. Los empleados y los consumidores se sitúan en la primera línea de la transición justa, un reto multidimensional que las empresas deben integrar de forma rápida y proactiva en sus modelos de negocio.

Desde hace mucho tiempo, nuestros equipos de gestión se preocupan de no contraponer la transición medioambiental y la justicia social. Así, con motivo del lanzamiento de nuestra estrategia de impacto centrada en la transición medioambiental y la protección de la biodiversidad, hemos integrado en nuestra metodología propia un pilar centrado en la transición justa. Para invitarnos a reflexionar colectivamente sobre este reto y las respuestas que demanda, la transición justa ocupará un lugar destacado en nuestros próximos Rencontres du Climat & de la Biodiversité.

 

 

1 Stockholm Environment Institute
2 Banco Mundial
3 PSA