Clement Inbona

Informe Semanal del 30/05/2023

Whatever it cakes! *

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Este fue el juego de palabras que Christine Lagarde escogió para celebrar el 25º aniversario del Banco Central Europeo, rodeada de sus predecesores Mario Draghi y Jean-Claude Trichet. ¡Cuánto camino ha recorrido en un cuarto de siglo la institución con sede en Fráncfort!

Heredero directo del banco central alemán (Bundesbank) y nacido el 1 de junio de 1998, el BCE lo formaron inicialmente 11 países fundadores resueltos a poner en marcha una unión no solo económica, sino también monetaria. Antes incluso de su primer aniversario, se dotó de una moneda común: el euro. En estos primeros años, la entidad debió hacer frente a una primera crisis financiera —el estallido de la burbuja de Internet— a la que siguió en 2001 una crisis geopolítica tras los atentados del 11-S. Durante su segunda década de vida y bajo la batuta de Jean-Claude Trichet, la joven institución demostró madurez respondiendo a la crisis financiera de 2008 de forma coordinada con sus homólogos estadounidense, británico y chino. En esa crisis de ámbito mundial, la solidaridad de sus miembros y su moneda común constituyeron unos muros sólidos y una garantía de credibilidad.

Su adolescencia estuvo marcada por una crisis existencial, ya que surgió a partir de 2011 un riesgo de fragmentación que hizo temer el impago de uno de sus miembros, Grecia, y la amenaza de desintegración se cernió sobre la región. Habría que esperar hasta julio de 2012 para acabar con esta crisis gracias a tres palabras pronunciada por Mario Draghi que han pasado a la posteridad: «Within our mandate, the ECB is ready to do whatever it takes to preserve the euro. And believe me, it will be enough[2]». Siguieron 26 trimestres de crecimiento económico y se pasó a la edad adulta en un clima de serenidad. Actualmente, el BCE cuenta con un amplio reconocimiento, dado que casi el 80 % de los ciudadanos apoyan el euro, mientras que en el apogeo de la crisis de deuda pública este porcentaje no llegaba al 60 %.

Sin embargo, sus primeros años en la edad adulta no fueron tranquilos. En prueba de madurez, la institución de Fráncfort supo capear a crisis del COVID y posteriormente la marea inflacionista con una caja de herramientas de nuevo cuño y una solidaridad reforzada. Con la entrada de Croacia en la zona del euro a comienzos de 2023, actualmente ya son 20 países los que comparten la moneda común.

Si el BCE se ha construido a base de crisis, oportunidades no le faltarán durante el próximo cuarto de siglo. El BCE se adentra en este periodo mientras lleva a cabo el endurecimiento monetario más acusado de su historia para poner coto a la ola inflacionista, heredada del COVID y la guerra de Ucrania, en un momento en el que el crecimiento económico de la región es precario. A más largo plazo, deberá afrontar el desafío de la crisis climática, pero como decía Jean Monnet, uno de los padres de Europa: «Los hombres sólo aceptan el cambio resignados por la necesidad y sólo ven la necesidad durante las crisis». He ahí un buen número de oportunidades para que el BCE se refuerce, asiente su legitimidad y consolide su independencia.

Terminado de redactar el 26.05.2023. Por Clement Inbona, gestor de fondos

 

En pocas palabras

Negro es negro. En Alemania, el crecimiento del primer trimestre de 2023 se revisó claramente a la baja y cayó hasta territorio negativo: el PIB alemán se contrajo un 0,3 % en tasa anualizada, tras una caída del 0,5 % el trimestre anterior. Técnicamente, Alemania se entrado en recesión tras dos trimestres negativos. Resulta difícil pensar que la economía alemana vaya a mejorar a partir del trimestre en curso, ya que los índices manufactureros publicados la semana pasada siguen de capa caída en el mes de mayo.

Don’t fight the Fed. Después de la última reunión de la Fed a comienzos de mayo, el mercado de deuda pública se perfiló a la contra del discurso de Jerome Powell y descontaba unos tipos de referencia estables durante el verano y, posteriormente, hasta tres recortes de tipos de aquí a finales de año. En apenas unas semanas, las expectativas del mercado han cambiado mucho y han convergido hacia las previsiones de los banqueros centrales. Así, el mercado ya no prevé recortes a finales de año y comienza poco a integrar en los precios una subida en junio o julio, a la luz de las tensiones que sigue registrando el mercado laboral.

 

 

[1] Christine Lagarde y los ex presidentes del BCE compartieron una tarta con motivo del 25 aniversario del BCE: https://twitter.com/Lagarde/status/1661667818192904192?s=20

[2] En el marco de su mandato, el BCE está listo para hacer todo lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, será suficiente.