Michel Saugné

Tecnología y soberanía: ¡Rearmemos la gestión activa europea!

Michel Saugné, director de inversiones de La Financière de l’Échiquier (LFDE ) | Mayo 2025

En un momento en el que la soberanía europea se impone como una necesidad estratégica, el control de las tecnologías críticas pasa a ser un imperativo. Para responder a este reto, es esencial que el ecosistema financiero se movilice. La gestión activa de alta convicción ocupa un lugar protagonista en este sentido. Al sostener la innovación y financiar empresas estratégicas, es un resorte clave de la independencia económica e industrial del continente.

La cuestión de la soberanía europea —energética, industrial, tecnología y, por supuesto, en materia de seguridad— se impone ahora como una prioridad estratégica. La realidad geopolítica recuerda de forma contundente que la defensa de los intereses europeos y, en un plano más amplio, del modelo democrático exige medios, competencias… y capital.

La soberanía tecnológica se sitúa en el epicentro de esta transformación. Esta afecta tanto a la transición digital, energética o demográfica como a la capacidad para controlar cadenas de valor críticas y proteger los datos: ciberseguridad, espacio, inteligencia artificial, robótica, componentes, comunicaciones cuánticas, etc. En este contexto, el sector de las «tecnologías de defensa» está recibiendo de nuevo atención. Esta dinámica es un vector de crecimiento para todo un tejido de empresas innovadoras, a menudo de mediano tamaño, que no obstante tienen dificultades para acceder a financiación a largo plazo. Aquí es donde, en nuestra opinión, la gestión activa de alta convicción demuestra toda su utilidad.

Los gestores activos desempeñan un papel clave en el apoyo a estas empresas: participando en las salidas a bolsa, garantizando la liquidez en los mercados secundarios, ejerciendo sus derechos de voto para contribuir a un gobierno corporativo sostenible y alimentando un ecosistema de capitales europeos. Además, garantizan un vínculo directo entre el ahorro nacional y las necesidades de financiación de los actores estratégicos de nuestra economía.

Por el contrario, la creciente concentración de los flujos en los valores estadounidenses de gran capitalización y las estrategias indexadas aumentan el riesgo de desconexión estructural de la Bolsa de París y de pérdida de control sobre empresas sensibles. Numerosos grupos franceses líderes están viendo actualmente cómo su capital está mayoritariamente en manos de inversores extranjeros, a menudo pasivos por su diseño, pero sí con influencia en las decisiones estratégicas.

En este contexto, la gestión activa de alta convicción se impone como un actor estratégico. Orientando el ahorro hacia las empresas que sientan los cimientos tecnológicos e industriales de la soberanía europea, participa plenamente en la independencia económica, la innovación y la estabilidad del continente. Invertir en tecnologías europeas es, ante todo, invertir en nuestra capacidad colectiva para decidir, innovar, proteger y, de este modo, mantener nuestra soberanía.

Aviso: Estas informaciones, datos y opiniones de LFDE se suministran a título meramente informativo y, por ello, no constituyen una oferta de compra o de venta de valores, ni un asesoramiento de inversión ni un análisis financiero.