Michel Saugné

¿Regresa la inversión contracorriente?

Por Michel Saugné, director de inversiones, y Enguerrand Artaz, gestor de fondos de La Financière de l’Échiquier (LFDE) ǀ Enero 2025

 

En los mercados, como en el boxeo, las psicologías pueden cambiar de forma sorprendente. A un lado del cuadrilátero, EE. UU., con su crecimiento a toda prueba, un consumidor insaciable, las dudas electorales disipadas y unas políticas que, por inciertas que sean, tratarán ante todo de proteger los intereses estadounidenses. Al otro, Europa, con un crecimiento exiguo, hogares más proclives a ahorrar que a consumir y un contexto político agitado entre la inestabilidad de Francia y las próximas elecciones alemanas. Sobre el papel el duelo parece desigual, máxime cuando los resultados del primer asalto son inapelables: en 2024 y para un inversor en euros, el S&P 500 se disparó un 33,6 %, frente al 9,6 % del Stoxx Europe 600.

Semejante balance, unido a la gran distancia que separa ambas zonas en lo que respecta al contexto económico, lleva naturalmente a muchos agentes del mercado a prever que continúe el dominio indiscutible de EE. UU. Sin embargo, para el púgil estadounidense el camino está plagado de escollos, el más obvio de los cuales es Donald Trump. Si bien las medidas contempladas por el nuevo inquilino de la Casa Blanca están diseñadas para aumentar aún más el poder del Tío Sam, los efectos secundarios del aumento de los aranceles, la expulsión masiva de trabajadores inmigrantes y los drásticos recortes del gasto público podrían desajustar la bien engrasada maquinaria de la economía estadounidense, y esta no carece precisamente de puntos débiles. El mercado laboral, en particular, sigue deteriorándose; así, en los últimos meses, el aumento del desempleo proviene cada vez más de la destrucción de puestos de trabajo. Queda por ver si esta tendencia persiste o no, ya que la solidez del consumo estadounidense depende ahora en gran medida de que se mantengan las rentas del trabajo. La salud del mercado laboral es crucial, toda vez que las bolsas, con sus altísimas valoraciones y el posicionamiento muy optimista de los inversores, descuentan un escenario económico perfecto. Así pues, la asimetría es poco atractiva al otro lado del Atlántico: si bien la situación económica es sólida en la actualidad, cabe esperar pocas sorpresas agradables y el menor contratiempo podría provocar una contracción significativa de los múltiplos de valoración.

Europa ofrece la imagen opuesta. En un contexto caracterizado por una dinámica económica deslucida y la inestabilidad política, el pesimismo en torno a los activos del Viejo Continente alcanza cotas sin precedentes, y prueba de ello es el diferencial de valoración récord entre la renta variable europea y la estadounidense. Es evidente que las perspectivas no son halagüeñas por la debilidad del crecimiento en 2025 y el riesgo de que aumenten los aranceles estadounidenses, pero precisamente porque se ve poca luz al final del túnel, cualquier sorpresa agradable podría tener un efecto significativo. El fin del conflicto ruso-ucraniano, unos estímulos presupuestarios ambiciosos en Alemania, una estabilidad política renovada en Francia, una aceleración de la bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo, una recuperación en China… no faltan hipótesis más o menos improbables, pero no imposibles. Al contrario que EE. UU., la asimetría es más favorable en Europa: si bien la economía renquea, se esperan pocas sorpresas desagradables y las buenas noticias, por pequeñas que sean, podrían desencadenar una notable mejora del sentimiento y un repunte significativo de las bolsas.

Obviamente, desde el punto de vista de los inversores, no se trata de soñar ingenuamente con un cambio milagroso de liderazgo, sino de volver a poner en valor ese reflejo que constituye el pilar de la inversión contracorriente, estancada desde hace dos años: atreverse a recoger beneficios en lo que todo el mundo compra y diversificar allí donde nadie se atreve a invertir.

Las opiniones expresadas representan las convicciones del autor. En ningún caso darán lugar a responsabilidades por parte de LFDE. Los valores y sectores se mencionan a título ilustrativo. Su presencia en las carteras no está garantizada.