Olivier de Berranger

Lo que sea necesario, temporada 3

Este verano hemos celebrado el décimo aniversario de esta célebre frase. Pronunciada por Mario Draghi el 26 de julio de 2012, marcó el arranque de una operación de rescate del euro tras la crisis de deuda de los países del sur de Europa. La segunda parte de la frase no fue menos importante, ya que la comunidad financiera y los mercados en su conjunto se creyeron ese «y, créanme, será suficiente»¹.

Durante la segunda temporada de Lo que sea necesario, los países afectados por el coronavirus y los consiguientes confinamientos lanzaron políticas de estímulos presupuestarios nunca vistas antes en tiempos de paz, aunque para el presidente francés estábamos en guerra: ayudas para los hogares, ayudas al consumo, planes de infraestructuras, subvenciones a las empresas, medidas fiscales… un verdadero totum revolutum.

Desde comienzos de 2022, la tercera temporada vuelve a girar en torno a la mayor parte de los bancos centrales de todo el mundo, que quieren subir los tipos enérgicamente, y lo que sea necesario, para luchar contra la inflación. Pero ese «lo que sea necesario» de hoy tiene que ver más bien con los perjuicios que se infligen a la economía para tratar de contener las alzas de los precios.

Es preciso señalar que los últimos datos de inflación publicados en Europa, que son superiores a los de EE. UU., pueden provocar una indisposición a los responsables de más de un banco central. Si bien Francia puede aparecer como un alumno aventajado merced a una inflación armonizada que se sitúa «tan solo» en el 6,5 %, la cifra del conjunto de la zona euro supera el 9 %. En los 19 estados miembros de la Unión Económica y Monetaria, tres países exceden el 20%² y un total de diez países³ se encuentran por encima del 10%. Por lo tanto, es urgente actuar, sin importar las consecuencias para la actividad económica, en un momento en el que se anuncia una crisis energética para el próximo invierno y las tasas de endeudamiento de los estados se mueven en las cotas más elevadas de la historia reciente. El mensaje de los bancos centrales es claro: lucharán contra la inflación, aunque eso provoque una ralentización grave, incluso una recesión.

Todo ello invita a ser prudentes en las bolsas en este inicio de curso, mientras el nivel terminal de los tipos en EE. UU. o en Europa no sea más predecible. Lo anterior nos lleva a mantener en nuestras carteras un sesgo neto favorable a las empresas de calidad con balances saneados, con independencia de su estilo o capitalización. Aunque todavía no se observan niveles de infravaloración escandalosos, desde hace un año los ratios de los principales índices bursátiles han corregido de forma considerable. Seamos pacientes. Continúa en el próximo episodio.

 

Las opiniones expresadas en el documento representan las convicciones del autor. En ningún caso darán lugar a responsabilidades por parte de LFDE.
¹ And believe me, it will be enough
² Estonia, Lituania, Letonia
³ Estonia, Lituania, Letonia, Eslovaquia, Eslovenia, Grecia, Bélgica, España, Chipre y Países Bajos