Rolando Grandi

Look up!

 

¿Hay que aspirar a la Luna para poder aspirar a las estrellas? Oscar Wilde lo afirmaba, y la NASA y los avezados emprendedores del espacio 2.0 así lo contemplan. Mediante alianzas con las empresas del ecosistema espacial más disruptivas, la agencia espacial estadounidense se ha embarcado en proyectos que a primera vista parecen ciencia-ficción. A rebufo de la misión Artemis 3, prevista en 2025 y que rubricará el retorno del hombre a la Luna, la construcción de estaciones espaciales privadas persigue una instalación permanente en el espacio. Estas bases lunares podrían convertirse rápidamente en plataformas para futuras exploraciones del espacio… e impulsan la reinvención del uso del espacio.

 

Colaboraciones inéditas

Para tomar el relevo de la Estación Espacial Internacional (ISS), que quedará obsoleta a finales de la década, varias empresas privadas han respondido a la llamada de la NASA, que ha abrazado una lógica de alianzas y contratos de servicios. Así, han pasado la criba SpaceX y otras tres empresas más, entre ellas, una joven compañía fundada en 2016, Axiom Space, que prevé lanzar una estación espacial que se acoplará en un primer momento a la ISS y después se independizará.

Como el proyecto de estación orbital Lunar Gateway pilotado por la NASA, y en el que participa la Agencia Espacial Europea y varias empresas privadas, estas estaciones del espacio 2.0 pretenden crear una presencia duradera en la Luna. Situada en órbita alrededor de la Luna, Lunar Gateway, cuyos primeros módulos serán lanzados por SpaceX, será una base permanente, una plataforma para ir a la Luna a partir de 2024. Con sede en Houston, Nanoracks también ha firmado un contrato (160 millones de dólares) con la NASA para diseñar una estación espacial privada, Starlab, cuyo objeto es desarrollar actividades industriales con fines comerciales y labores de investigación desde la órbita terrestre.

Esta complementariedad espacial abre la puerta a muchas posibilidades en el espacio, pero también en la Tierra, y dará lugar a multitud de oportunidades… El cambio de paradigma que está operándose podría ser el germen de una verdadera revolución de la vida en órbita y la economía espacial.

 

Laboratorios espaciales

La investigación viaja a bordo de estas estaciones 2.0, a las que dota de alas. Optimización del reciclaje de agua, desarrollo de nuevos medicamentos, impresión de órganos artificiales, cultivo de vegetales… los experimentos llevados a cabo en microgravedad —libres, por tanto, de este condicionante— resolverán gran cantidad de retos científicos y tecnológicos. La estadounidense REDWIRE ya está en disposición de imprimir en 3D máquinas destinadas a realizar experimentos científicos en órbita. Su futura estación espacial, llamada Orbital Reef, es fruto de una colaboración con Blue Origin, entre otras, y hará posible el alquiler de módulos logísticos equipados que podrán alojar hasta 10 astronautas.

 

Space Oddity

Aunque la inversión espacial se inscribe en una óptica multigeneracional, los primeros brotes de la revolución espacial 2.0 ya ofrecen oportunidades inmensas con un potencial que se puede aprovechar. Echiquier Space, el primer fondo de inversión de Europa dedicado al espacio y al ecosistema espacial, es la punta de lanza de La Financière de l’Echiquier. Permite participar desde hoy mismo en esta nueva era que comienza y que estamos plenamente convencidos de que tendrá un enorme impacto en nuestras vidas y nuestra economía. La odisea no ha hecho más empezar. Si Lunar Gateway, Axiom Mission 1 o Starlab cumplen sus promesas, las estaciones espaciales privadas podrían abrir una autopista hacia el infinito y prefigurar el nacimiento de una humanidad multiplanetaria… Mientras llega, 2022 será un año prolijo en lanzamientos. ¡Mire al cielo!

 

Rolando Grandi, analista financiero certificado (CFA) y gestor de Echiquier Space[1]

 

[1] El fondo está expuesto principalmente al riesgo de pérdida de capital, al riesgo de renta variable, al riesgo de tipos de cambio, al riesgo derivado de la inversión en países emergentes y al riesgo de sostenibilidad. Para ampliar la información sobre las características, los riesgos y los gastos de este fondo, le invitamos a leer los documentos reglamentarios (folleto, disponible en inglés y francés, y DFI en los idiomas oficiales de su país), disponibles en nuestra página web: www.lfde.com.