La ciberseguridad y la IA, excelentes aliadas
¿El pirata informático es siempre un lobo solitario? Ante la proliferación de los ciberataques en todo el mundo, la respuesta es un rotundo «no». La ciberdelincuencia parece que se ha industrializado. Así lo ilustra el robo de los datos de casi 10 millones de clientes del segundo operador de telecomunicaciones de Australia este verano o de los pacientes de centros hospitalarios de Francia en fechas más recientes. El ransomware, esos programas informáticos malintencionados que bloquean el acceso a un ordenador a cambio de un rescate, y el phishing o suplantación de identidades se han multiplicado exponencialmente.
La ciberseguridad es un reto de la máxima importancia para las empresas y los estados, como lo ha recordado recientemente el Consejo Federal de Suiza, dado que la economía helvética es un objetivo preferente. Por todo el mundo, el número de ciberataques no deja de aumentar: un 31 % en el último año1. En su Internet Crime Report, el FBI cifró el coste de la ciberdelincuencia en 6.300 millones de euros en 2021, un 81 % más que en 2019. Para las empresas francesas, la pérdida de ingresos se estima en 1.000 millones de euros desde comienzos de 20222.
La digitalización en la que se han embarcado numerosos sectores —y que se ha acelerado desde 2020— ha ampliado el perímetro de los ataques de los hackers, que están equipados con las tecnologías más avanzadas.
En el epicentro de los retos que plantea la ciberseguridad se sitúa la inteligencia artificial (IA), que tiene la capacidad de suministrar soluciones para cimentar estrategias de protección de los datos y de detección de amenazas. A pesar del deterioro del contexto macroeconómico, es imprescindible reforzar las inversiones en ciberseguridad. Todos los sectores clave están afectados: sanidad, transporte, energía, entidades financieras…
Si los piratas informáticos son cada vez más ingeniosos, las empresas de ciberseguridad también lo son y están desarrollando soluciones dirigidas a reforzar el marco de gobierno de la ciberseguridad de las empresas e incluso soluciones de protección de datos, como la vigilancia de los centros de datos. El grupo californiano Zscaler3, líder en seguridad en la nube, registra una demanda récord en sus soluciones de ciberseguridad y un incremento de sus ingresos del 61 % interanual. A su estela, las empresas de ciberseguridad, como la estadounidense Cloudfare, se benefician de esta tendencia.
Luchar contra el fraude digital
Mastercard, pionera de las tecnologías de pago, firmó en abril de 2022 una alianza con Microsoft para luchar contra el fraude y proteger las transacciones. La solución en la nube diseñada por el gigante del software se basa en IA adaptativa y el aprendizaje automático para detectar el fraude en tiempo real. También permite suministrar a los bancos información para autenticar las transacciones. El reto es mayúsculo, ya que el informe Nilson estima que el coste de los fraudes con tarjetas bancarias alcanzará los 409.000 millones de dólares a lo largo de la próxima década.
Un amplio horizonte de inversión
Impulsadas por el auge de la IA y el cambio de arquitectura hacia el modelo Zero Trust4, las empresas de nueva generación captan las inversiones cada vez mayores de los clientes. Cuesta imaginar que se dé marcha atrás en esta nueva era de lo digital. La IA es la mejor aliada de la ciberseguridad, una aliada cuya importancia no hará sino acrecentarse con la conectividad cada vez mayor de nuestras sociedades y nuestras vidas en línea. Se abre ante nosotros un amplio horizonte de inversión.