Louis Porrini

Análogos del GLP-1: ¿Crisis a la vista en la molécula milagro?

Elon Musk, Oprah Winfrey y Khloé Kardashian pregonan sus virtudes. Desde hace 18 meses, los medicamentos análogos del GLP-1[1] están revolucionando el mercado de la diabetes tipo 2, así como la lucha contra la obesidad, y están haciendo ganar una fortuna a los gigantes farmacéuticos que los desarrollan. El laboratorio danés Novo Nordisk, cuyo valor bursátil ha superado el PIB danés en 2023, y la estadounidense Eli Lilly han registrado un ascenso fulgurante. La obesidad está dejando de ser un problema de los países ricos para convertirse en una pandemia. Cada año, el coste de esta dolencia asciende al 2 % del PIB mundial y debería rondar el 2,9 % en 2025[2]. Así pues, la pérdida de peso se perfila como un reto de primera magnitud para la sociedad. A escala mundial, eso podría generar cerca de 90 000 millones de dólares anuales de aquí a 2030[3]. Ante la confluencia de desafíos, sobre todo en materia de acceso a la atención sanitaria, los inversores de impacto están movilizándose.

 

¿Resultados positivos para todos?

Indicados inicialmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2, los análogos del GLP-1 se utilizan ahora para ayudar a las personas obesas que presentan al menos una comorbilidad asociada al sobrepeso. En unos pocos meses, estos tratamientos permiten perder alrededor del 15 % del peso corporal, reduciendo al mismo tiempo los riesgos cardiovasculares. Por ahora, el Saxenda y el Wegovy desarrollados por Novo Nordisk y el Mounjaro de Eli Lilly son los únicos fármacos aprobados por la Food and Drug Administration estadounidense como tratamientos contra la obesidad. Aunque únicamente se ha autorizado para el tratamiento de la diabetes tipo 2, el Ozempic de Novo Nordisk se receta en algunos casos en cuadros de obesidad.

Sin embargo, conviene prestar atención a las derivadas. Esta innovación, eficaz y a priori sin efectos secundarios graves, está experimentando una gran popularidad entre grupos de pacientes que no son dianas con una finalidad puramente estética. La explosión de la demanda está creando una grave escasez que priva a los pacientes diana, sobre todo a los diabéticos, de un tratamiento vital. La escasez está provocando también un aumento exponencial de los precios. A comienzos de 2024, un mes de tratamiento de Wegovy[4], es decir, cuatro inyecciones, podía llegar a costar 1350 dólares en EE. UU., frente a los 350 dólares de media en Europa. Una vez más, el aumento de los precios facilita el acceso a una población adinerada que, a menudo, no es diana.

 

La implicación de los inversores de impacto

Ante esta escalada, que podría provocar una grave crisis con importantes repercusiones, los inversores de impacto están dando un paso al frente con un planteamiento preventivo. En su condición de pioneras, LFDE y LBP AM están desarrollando conjuntamente un programa de diálogo con los dos líderes del mercado con el fin de que evolucionen sus prácticas en beneficio de los derechos humanos, sobre todo el acceso a la sanidad y la información.

Con el fin de paliar la escasez y, de este modo, contribuir al derecho a la salud, las inversiones privadas están redoblándose para aumentar la producción y atender la demanda. Eli Lilly, que ya había invertido 160 millones de dólares adicionales a comienzos de 2024 en su fábrica en Alsacia y había reforzado su personal, acaba de anunciar en abril la construcción de una planta de producción dedicada al Mounjaro en Alemania. Novo Nordisk va por el mismo camino: la farmacéutica danesa, que va a invertir más de 2000 millones de euros en su fábrica de Chartres para duplicar su tamaño, continúa con su expansión adquiriendo varios centros de producción en Bélgica, Italia e incluso EE. UU.

Esta situación pone el foco sobre la accesibilidad general de la atención sanitaria. Las escaseces recurrentes complican el acceso a los tratamientos más eficaces para unos pacientes prioritarios. La disponibilidad y la accesibilidad geográfica y económica de los tratamientos son, además de retos determinantes, temáticas clave de nuestra estrategia de impacto centrada en el acceso a la atención sanitaria. Estamos convencidos de que la innovación sostenida por los inversores de impacto será clave en un sector en constante cambio como el sanitario.

 

 

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[1] Péptido similar al glucagón tipo 1
[2] Estudio Ripple Effects, Morgan Stanley, 2024
[3] Goldman Sachs y JP Morgan
[4] Boursorama, 2024