Repaso al fondo... Echiquier ARTY SRI | Julio 2025
Louis Porrini, gestor, Uriel Saragusti, gestor, y Michel Saugné, director de inversiones, La Financière de l’Échiquier (LFDE)
Tras un largo periodo de tipos anormalmente bajos, Echiquier ARTY SRI está reencontrándose en su componente de renta fija con uno de sus principales motores de rentabilidad. En este contexto, la estrategia del fondo consiste en una asignación equilibrada a las dos clases de activos, a la que se añade una cobertura mediante opciones frente a los riesgos extremos diseñada para optimizar el binomio riesgo-rentabilidad del fondo.
Operaciones
Poco después de celebrar su 17.º aniversario a finales de mayo, el valor liquidativo de Echiquier ARTY SRI alcanzó un máximo histórico. Ante unos mercados de acciones y bonos cada vez más erráticos, el diseño del fondo pone el acento en la gestión del riesgo, la preservación del capital y la visibilidad.
Una asignación a renta fija que sigue siendo elevada, sumada a unas coberturas de renta variable gestionadas activamente, han permitido al fondo resistir durante las recientes fases de tensiones en los mercados, sobre todo en torno al Día de la Liberación. Esta caída duró poco, ya que el valor liquidativo recuperó rápidamente su nivel anterior. La gestión dinámica de las coberturas durante este periodo ha permitido absorber una parte de los descensos de las bolsas y, al mismo tiempo, beneficiarse de un rebote que fue vertiginoso.
De hecho, la posibilidad de recurrir a opciones sobre índices trata de proteger la cartera en caso de corrección repentina de las bolsas. Supone un giro importante hacia una mayor convexidad y agilidad, controlando el presupuesto asignado. La exposición a renta variable ha oscilado entre el 13 % y el 28 %[1] desde comienzos de año, con un impacto positivo en la rentabilidad y la volatilidad del fondo.
Por su parte, el componente de renta variable de Echiquier ARTY SRI adopta un sesgo abiertamente europeo. En un contexto de mercado cada vez más volátil, las elevadas valoraciones del mercado estadounidense —todavía muy concentradas en las acciones de gran capitalización del sector tecnológico— nos parece que presentan un riesgo cada vez mayor.
Paralelamente, a pesar de una coyuntura económica floja en Europa, varios sectores deberían beneficiarse de la toma de conciencia de los países de la OTAN, sustanciada en unos ingentes planes de inversión previstos para los próximos años. Este cambio de paradigma sobre el gasto militar no parece todavía que éste descontado plenamente en las previsiones de crecimiento de los beneficios de las empresas afectadas.
En este marco, mantenemos una exposición sustancial a las bolsas, con un marcado sesgo a favor de Europa y, en especial, de Alemania. También hemos reforzado algunas posiciones en valores de mediana capitalización, sobre todo orientados al mercado interno y, por lo tanto, menos expuestos a los aranceles impuestos por EE. UU.
En un mercado de renta fija donde las primas de riesgo[2] descuentan un panorama despejado, el componente de bonos siguió mejorando su calidad. Desde un punto de vista táctico, nos parece más oportuno asumir riesgo en las bolsas que en el universo de alto rendimiento. Por el contrario, encontramos valor en el mercado de bonos Investment Grade[3] de duración media (4-7 años). Así pues, la sensibilidad[4] a los tipos de interés del componente de renta fija se sitúa en máximos, en torno a 5, un movimiento alimentado por la presión sobre los tipos de interés a largo plazo desde los anuncios del rearme alemán.
Estrategia de inversión
El regreso de los tipos de referencia a terreno claramente positivo ha permitido a los mercados de acciones y bonos descorrelacionarse y recuperar un comportamiento más normal. Aunque el Banco Central Europeo ha recortado la remuneración de los depósitos 200 puntos básicos (entre junio de 2024 y junio de 2025), hasta el 2 %, sigue habiendo mucho margen para relajar la política monetaria en caso de contracción económica.
La primera línea de defensa en caso de conmoción sigue siendo el componente de renta fija, principal pilar de la asignación de activos con casi un 70 % del fondo y que presenta un rendimiento bruto anual[5] del 3,4 %. El componente de renta variable (27 % del fondo) cuenta con coberturas mediante opciones que reducen la exposición 2 puntos y han sido diseñadas para ser eficaces, sobre todo en caso de fuertes movimientos bajistas.
