Repaso a... Echiquier Space
El siglo XXI será el de la conquista del espacio. En su condición de fondo de inversión pionero, Echiquier Space se enmarca en la mayor revolución económica de nuestro tiempo. El sector ha experimentado una gran dinamización durante la última década bajo el impulso de emprendedores visionarios y start-ups disruptivas que aspiran a democratizar el acceso al espacio. El denominado espacio 2.0, que persigue el doble objetivo de la exploración espacial y la mejora de la vida en la Tierra, se encuentra en un punto de no retorno. Este despegue hacia el futuro ha sido posible gracias a las diversas tecnología e innovaciones que pueblan el sector espacial y alimentan un ecosistema floreciente en el que focalizamos nuestras inversiones, por todo el mundo.
Estrategia de inversión
La odisea espacial está transformando el ecosistema espacial, un mercado que podría alcanzar un valor de 2,7 billones de dólares de aquí a 2025[1]. Esa es la razón por la cual este fondo se centra en cuatro perfiles de empresas que permiten captar la creación de valor de este ecosistema: empresas que desarrollan sus actividades en órbita, como la observación de la Tierra o la fabricación de objetos en microgravedad; empresas que trabajan entre la Tierra y el espacio, como los proveedores de comunicaciones vía satélite o los fabricantes de cohetes; empresas que trabajan sobre la Tierra adoptando masivamente tecnologías espaciales para desarrollar ventajas competitivas duraderas, por ejemplo, en la agricultura o las energías renovables; y, por último, tecnologías transversales que favorecen el auge tecnológico del sector, como la impresión en 3D, la ciberseguridad o la inteligencia artificial. Dentro de un universo de inversión formado por más de 170 valores, confeccionamos una cartera concentrada con una treintena de posiciones de alta convicción y una óptica de inversión a largo plazo en lo que consideramos que es una de las temáticas más importantes del siglo.
Operaciones
Tácticas
A pesar de un difícil 2022 para los valores de estilo crecimiento, la temática espacial sigue siendo apasionante. El buen arranque de 2023 contrasta con el entorno de dificultades que se vivió el año pasado. Los temores inflacionistas están dejando sito al debate en torno a la recesión, fenómeno al que nuestras participadas son menos sensibles, dado que están posicionadas en tendencias estructurales de nuestra economía. Las valoraciones de las empresas están aumentando su atractivo, en nuestra opinión. Por ejemplo, Maxar, el líder en fabricación de satélites y observación de la Tierra, se ha beneficiado de una oferta de adquisición lanzada por el fondo de capital riesgo Advent International. La prima de +130 % anunciada en diciembre ha beneficiado al fondo, pero no parece desproporcionada, ya que valora a Maxar en alrededor de 13 veces su beneficio bruto de explotación, es decir, un ligero descuento frente al sector aeroespacial.
Estratégicas
Durante los últimos meses, hemos concentrado nuestras inversiones en proyectos de satélites de comunicación de nueva generación, cuyos avances tecnológicos permitirán conectar directamente teléfonos móviles y otros terminales a los satélites. En este objetivo, IRIDIUM ha firmado una alianza estratégica con Qualcomm. AST Space Mobile, que lanzó su satélite de prueba en 2022, debería poner en marcha pronto sus primeros ensayos de conectividad. Los proyectos se multiplican y Europa se prepara para lanzar su constelación de satélites con el programa Iris², que viene a dar respuesta a un reto de soberanía. Así, hemos invertido en líderes europeos como Eutelsat en Francia o SES en Luxemburgo, empresas que se transforman gracias a estas nuevas generaciones de satélites lanzados en órbita baja o media.
Rolando Grandi, CFA, Gestor del Echiquier Space
[1] Bank of America Merril Lynch, 2020