¿Cuál es la mayor revolución tecnológica reciente? En nuestra opinión, es la inteligencia artificial (IA). El desarrollo exponencial de los datos, la proliferación de la nube y la evolución constante de las redes neuronales artificiales y las aplicaciones por todo el mundo invitan a pensar que están sentándose las bases de una profunda transformación. Sin embargo, en un contexto de inflación y subidas de tipos, nuestro fondo Echiquier Artificial Intelligence se ha topado con fuerzas desfavorables con efectos negativos. Seguimos estando convencidos de que la temática continuará desarrollándose con mucha fuerza.

Movimientos tácticos

En 2022, las bolsas registraron su peor comportamiento desde la crisis de 2008, mientras que la inflación galopante obligó a los bancos centrales a reaccionar. Los tipos largos estadounidenses han aumentado más del doble y han pasado del 1,5 % a comienzos de 2022 al 3,5 % a finales de enero de 2023. Esta escalada de los tipos de interés se tradujo en una caída de los múltiplos de valoración de las empresas, que ya estaban en niveles récord. En este contexto tan complejo, pusimos el foco en la diversificación de la cartera e invertimos en empresas que utilizan la IA para mejorar su competitividad, reducir sus costes y acelerar su crecimiento, como Nextera Energy en el sector de las energías renovables, la aseguradora de salud UnitedHealth o incluso el grupo farmacéutico AstraZeneca.

Movimientos estratégicos

Hemos posicionado el fondo en el conjunto de la cadena de valor del floreciente ecosistema de la IA. En los primeros eslabones se encuentra la generación de datos, con empresas como Alteryx o Snowflake, que permiten limpiar los datos y movilizarlos para alimentar las redes neuronales. Estas últimas avanzan a gran velocidad; así, NVIDIA, una de las principales posiciones del fondo, calcula que se duplican cada dos meses. El auge de los nuevos algoritmos que generan contenidos, como ChatGPT, diseñado por OpenAI, demuestra el potencial de esta temática. Así, Microsoft ha adquirido el 49 % del capital de OpenAI. También mantenemos posiciones en ciberseguridad, un reto que sigue siendo clave para las empresas, los gobiernos y los hogares. Nuestras inversiones en Zscaler o Palo Alto Networks reflejan nuestra convicción en este segmento.

Estrategia de inversión

Dentro de un universo formado actualmente por más de 400 valores detectados por nuestros algoritmos semánticos, nuestro proceso de inversión cualitativo selecciona los más prometedores atendiendo al crecimiento sostenido, el liderazgo estratégico y la innovación tecnológica. Entre los actores que se corresponden con nuestros cuatro perfiles objetivo (los proveedores de IA, los usuarios, los proveedores de infraestructuras de IA y los catalizadores), preferimos aquellos para los que esta tecnología universal tendrá el efecto amplificador más importante. Por último, el rigor valorativo permite configurar y gestionar nuestras posiciones. Nuestro enfoque global nos lleva a invertir en empresas de todos los tamaños, en todo el mundo y en todos los sectores. Nuestra cartera de convicción se concentra en una treintena de valores internacionales con un perfil de crecimiento elevado y un potencial de revalorización bursátil significativo y que deberían, en nuestra opinión, permitir captar en el largo plazo la creación de valor derivada de esta revolución.

Rolando Grandi, CFA, Gestor del Echiquier Artificial Intelligence

Información legal importante: El fondo invierte mayoritariamente en acciones y está expuesto principalmente al riesgo de pérdida de capital, al riesgo de renta variable, al riesgo de tipos de cambios y al riesgo ligado a la gestión discrecional.

Los valores se mencionan a título ilustrativo. No está garantizada ni su presencia en el fondo ni su rentabilidad. Para ampliar la información sobre las características, los riesgos y los gastos de este fondo, le recomendamos que antes de invertir lea los documentos reglamentarios, disponibles en nuestra página web www.lfde.com.